martes, 28 de octubre de 2008

Diferente.


Estaba sentada leyendo un libro en mi hora de almuerzo, hacia frío. En ese mismo momento siento el sonido de un pájaro, al mirar me doy cuenta que son dos, uno persiguiendo al otro... Me quede observándolos mientras que en mi al rededor habían grupos de personas comiendo juntos, riéndose, conversando... yo sin embargo, estaba sola mirando un par de lindas aves jugando.

Me acordé de un comercial que decía mas o menos así: -Cuando miras lo que nadie ve, eres Diferente. - Me sentí como en el comercial, soy diferente... Lo soy???, Por comer sola y ver como revoloteaban dos aves??? E ahí mi respuesta surgió... LO SOY!!! . Por admirar la belleza de la creación de Dios, cuando nadie lo hace, por dar gracias por la vida.

Mientras otros conversan, ríen, hablan incluso a espaldas de los demás... yo sentada, almorzando... en realidad no estoy sola, sino que estoy con Dios hablando con EL.

Soy diferente y quiero seguir siendo... Soy feliz.


sábado, 4 de octubre de 2008

Huellas (Anonimo)



Una noche en sueños vi que con el Señor caminaba junto a la orilla del mar bajo una hermosa luna plateada. Soñé que en los cielos veía toda mi vida representada en celestiales escenas que en silencio contemplaba.


Dos pares de firmes huellas en la arena iban quedando, mientras con el Señor íbamos cual amigos conversando. Miré atento hacia atrás esas huellas reflejadas en el suelo, pero algo extraño observé y me invadió gran desconsuelo.


Observé que algunas veces al reparar en las huellas, en vez de ver los dos pares veía solo un par de ellas. Observaba también yo que aquel solo par de huellas, se advertían mayormente en mis noches sin estrellas en los días de mi vida llenos de angustias y tristeza, cuando el alma necesita más del consuelo y fortaleza.


- Pregunté triste al Señor:


¿Señor, tu no has prometido que en horas de aflicción siempre a mi lado estarías dando muestras de tu amor? Pero noto con tristeza que en medio de mis querellas, cuando más aflige el dolor solo veo un par de huellas. ¿Dónde están las otras dos que indican tu compañía, cuando las tempestades sin piedad azotan la vida mía?


- Y el Señor me contestó con ternura y compasión:


Escucha bien hijo mío, comprendo tu confusión, Siempre te amé y te amaré y en tus horas de dolor siempre a tu lado permanezco para mostrarte mi amor. Mas si en ocasiones ves solo dos huellas al caminar y no puedes ver las otras dos que se deberían reflejar, es que en tu hora afligida cuando flaquean tus pasos, no hay huellas de tus pisadas porque te llevo en mis brazos.